¡Por fin!

¡Bienvenidos!

Después de meses (de tantos meses que se cuentan en años) de planificación y amagues, este blog finalmente sale, así medio improvisado y a las patadas, a la luz. Y la verdad es que salía así, o no salía.

Según Wikipedia, su gestación se aproximó en duración a la de un tiburón anguila… No sé que pueda llegar a significar eso en términos del futuro que le espera a este recién nacido.

¿De qué se trata? Bueno, de concretar de una inquietud de larga data por encontrar un canal de expresión creativa, que me permita compartir con humor, resignación y esperanza de empatía, los avatares diarios de la maternidad.

Aquí compartiré mis batallas perdidas y estrategias fallidas, asumidas a veces con sarcasmo e hidalguía, otras veces con pura frustración y trincar de dientes. También las (tal vez, menos) batallas ganadas, y las tácticas exitosas que vale la pena socializar con todos los que luchan a diario mis mismas batallas.

En fin, este blog es para mí una nueva aventura. Los invito a transitarla juntos.

¡Allá vamos!